Martillos

Están destinados para el estampado preciso de piezas forjadas en caliente, tanto sencillas como de formas complicadas, en la producción de pequeñas series y en masa. Merced a su amplia aplicabilidad tecnológica, requisitos energéticos reducidos, superficie limitada del suelo ocupado y pequeña altura de construcción, estos martinetes convienen no sólo como unidades de forjar independientes para los talleres de forja pequeñas sino también como máquinas principales para integrar los conjuntos y las cadenas de forjar, por ej. en la producción de utillaje común, medios de transporte y máquinas agrícolas.

En cuanto a su construcción, se trata de martinetes verticales, de carrera reducida, con el movimiento del maz acelerado por aire comprimido y el movimiento simultáneo del montante en el sentido contrario, acelerado a través de la transmisión por palancas por el líquido de presión. Por esta solución enteramente nueva se ha logrado combinar las ventajas de los martinetes de contragolpe y los de chabota en una sola máquina- la mesa (la chabola) que forma parte del montante se mueve contra el mazo. La energía del golpe está definida de esta manera por la suma de energías cinéticas del mazo y del montante. El efecto directo del impacto hacia la base y la transmissión de las sacudidas a los alrededores son mínimos en estas máquinas y, además, son limitados por otros elementos amortiguadores adicionales.

La carrera de trabajo del mazo se efectúa por la apertura de la válvula del distribuidor hidráulico. El mazo, acelerado durante su movimiento por aire comprimido, impele el líquido de presión en el hidromotor del distribuidor por medio del cual es levantado simultáneamente el montante, a través de las palancas de transmisión, contra el movimiento del mazo. La relación entre las masas que se mueven una contra la otra es aproximadamente constante lo que elimina prácticamente el efecto del impacto dirigido hacia la base.

En comparación con otras máquinas de conformación los martinetes KHZ-A se caracterizan por su peso considerablemente reducido, son más económicos y también los costos de construcción de su macizo de fundación son mucho más bajos. El trabajo del martinete es suave y sencillo y el operario adquiere con facilidad la práctica necesaria en su manejo.